Como una de las mejores salidas fotográficas califico la experiencia del domingo 10 de abril de 2011, junto a los amigos del Club Kaleidoscopio, al visitar el Parque Nacional La Tigra.

Kaleidoscopio Club de Fotografía en La Tigra

Parte de Kaleidoscopio Club de Fotografía en La Tigra

Cinco hombres y cinco mujeres, miembros y simpatizantes del grupo, iniciamos actividad muy temprano en la mañana, para subir la montaña más alta de Tegucigalpa, pulmón de la capital de Honduras, donde se encuentra el bosque nublado que sirve de habitat a flora y fauna que se conserva protegida.

Entre las cosas agradables que puedo rescatar, es el compartir conocimiento y buenos momentos. Además, pasar tiempo con personas que también se apasionan por el arte de capturar historias a través de una cámara.

Parte del Club Kaleidoscopio en una Bocamina en La Tigra

Parte del Club Kaleidoscopio en una Bocamina en La Tigra

Fueron seis horas de caminar, parar, reír y fotografiar lo que todos veíamos pero cada cual documentó desde su punto de vista, queriendo contar la historia a su manera, con sus propios ojos.

Ya en la parte final de la ruta, en el Sendero La Esperanza, hay un lugar que me encanta: La Bocamina. Ya para ese momento, tres de las mujeres que nos acompañaron, se habían adelantado en el retorno a la ciudad, pero los que aún seguíamos juntos, aprovechamos para hacernos un retrato (que me gustó mucho).

Si aún no conoces o no frecuentas el Parque Nacional La Tigra, y vives en Tegucigalpa, te invito a que lo consideres como un destino turístico interno, reúne a un grupo de amigos y sube a la montaña, escucha la naturaleza, escucha tu propio corazón, tu propia voz.

¡Honduras es bella! Tegucigalpa tiene sus propios atractivos. Sal de tu casa un fin de semana y comparte con los amigos. La Tigra es un excelente lugar para «pasear».

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