General, en esta breve carta quiero, entre otras cosas, felicitarle por su cumpleaños número 219.
Quiero aprovechar para contarle que necesitamos, en Honduras, un líder que pueda guiar el país a mejores tiempos.
Estoy obligado a contarle que hay un reducido, pero revoltoso, grupo de personas que se han adueñado de su imagen como bandera de lucha. Aclaro, no es el mejor manejo que hacen de su figura…
Recuerdo que en la escuela, mis maestros -que sí asistían a las aulas y se esforzaban porque yo aprendiera- me enseñaron sus luchas y aprendí a respetarle como el paladín de Centroamerica.
Debo confesarle, mi general, que últimamente he perdido el respeto que le tenía. Verlo en negro y con un fondo rojo, mientras sus supuestos y nuevos seguidores hacen desastres en las ciudades, hace que sienta cierto repudio por usted.
Sin embargo, encontrarmelo en ese busto que le erigieron los habitantes de Cedros, hizo que recordara las lecciones de mis maestros de educación básica y me interese nuevamente en su pensamiento.
Como propósito para el 2012, buscaré por lo menos un par de libros que me cuente -desde dos ópticas- sus ideas (me interesa saber lo que dicen de usted los que le adversan en política).
General José Francisco Morazán Quezada, en esta fecha, le presento mi respeto y prometo volver a escribirle con informes de cómo progresa o desmejora su imagen…
Un saludo para el paladín de Centroamérica.